jueves, 20 de marzo de 2014

NUEVO BLOG



Hola amigos, quiero deciros que desde hace un tiempo he tenido muchos problemas con el blog, no se por que, algunas veces salia publicidad sin saber el por que, o musica y anuncios también así por las buenas, hasta hace unos días en que me empezó a salir que tenia un Software malicioso y me bloqueaba el entrar al blog, así que con estos problemas y con mucha pena he decidido abrir otro blog esperando si queréis seguir acompañándome ya que sin vosotros no es lo mismo, en este blog si no pasa nada ya no publicare mas, para ver las nuevas actualizaciones tendréis que eliminar el blog viejo de vuestros favoritos y poner el nuevo, si no no os saldrá nada del nuevo blog, la nueva dirección es esta:

http://piruja56.blogspot.com.es/


me seguís acompañando en la nueva andadura?, os espero a todos, gracias y perdonar las molestias que os pueda ocasionar, os espero:)

Muchos besos:)


Leyenda de la flor Pasionaria


Foto de Karras
Mburukujá era una hermosa doncella española que había llegado a las tierras de los Guaraníes acompañando a su padre, un capitán del ejercito de la Corona. Mburukujá no era su nombre cristiano, sino el tierno apodo que le había dado un aborigen guaraní a quien ella amaba en secreto y con el que se encontraba a escondidas, ya que su padre jamás habría aprobado tal relación. En realidad, su padre ya había decidido que ella desposara a un capitán a quién el creía digno de obtener la mano de su única hija.

Cuando le revelaron los planes de matrimonio, la joven suplicó que no la condenaran a consumirse junto a un hombre a quien no amaba, pero sus ruegos solamente lograron encender la cólera de su padre. La doncella lloró desconsolada, tratando de conmover el inflexible corazón de su padre, pero el viejo capitán no sólo confirmó su decisión sino que además le informó que debería permanecer confinada en la casa hasta que se celebrara boda.

Foto de Karras
Mburukujá debió contentarse con ver a su amado desde la ventana de su habitación, ya que no estaba autorizada a salir a los jardines por la noche y difícilmente lograba burlar la vigilancia paterna. Sin embargo, envió a una criada de su confianza para que lo informara sobre su triste futuro. El joven indio no se resignó a perder a su amada, y todas las noches se acercaba a la casa intentando verla. Durante horas vigilaba el lugar, y sólo cuando se percataba de que los primeros rayos del sol podían delatar su posición se retiraba con su corazón triste, aunque no sin antes tocar una melancólica melodía en su flauta.

Mburukujá no podía verlo, pero esos sonidos llegaban hasta sus oídos y la llenaban de alegría, ya que confirmaban que el amor entre ambos seguía tan vivo como siempre. Pero una mañana ya no fue arrullada por los agudos sones de la flauta. En vano esperó noche tras noche la vuelta de su amado. Imaginó que el joven indio podría estar herido en la selva, o que tal vez había sido víctima de alguna fiera, pero no se resignaba a creer que hubiese olvidado su amor por ella.

Foto de Karras
La dulce niña se sumió en la tristeza. Su piel, otrora blanca y brillante como las primeras nieves, se volvió gris y opaca, y sus ojos ya no destellaron con hermosos brillos violáceos. Sus rojos labios, que antes solían sonreír, se cerraron en una triste mueca para que nadie pudiera enterarse de su pena de amor. Sin embargo, permaneció sentada frente a su ventana, soñando con ver aparecer algún día a su amante. Luego de varios días vio entre los matorrales cercanos la figura de una vieja india. Era la madre de su enamorado, quien acercándose a la ventana le contó que el joven había sido asesinado por el capitán, quien había descubierto el oculto romance de su hija. Mburukujá pareció recobrar sus fuerzas, y escapándose por la ventana siguió a la anciana hasta el lugar donde reposaba el cuerpo de su amado.

Enloquecida por el dolor cavó una fosa con sus propias manos, y luego de depositar en ella el cuerpo de su amado confesó a la vieja india que terminaría con su propia vida ya que había perdido lo único que la ataba a este mundo. Tomó una de las flechas de su amado, y luego de pedirle a la mujer que una vez que todo estuviera consumado cubriera sus tumbas y los dejara descansar eternamente juntos, la clavó en medio de su pecho. Mburukujá se desplomó junto al cuerpo de aquel que en vida había amado.

Foto de Karras
La anciana observó sorprendida como las plumas adheridas a la flecha comenzaban a transformarse en una extraña flor que brotaba del corazón de Mburukujá, pero cumplió con su promesa y cubrió la tumba de los jóvenes amantes. No pasó mucho tiempo antes de que los indios que recorrían la zona comenzaran a hablar de una extraña planta que nunca antes habían visto, y cuyas flores se cierran por la noche y se abren con los primeros rayos del sol, como si el nuevo día le diera vida, una flor que bautizaron como 'la pasionaria'

Nota: Los jesuitas, identificaron la flor del mburucuyá con los atributos de la pasión cristiana: la corona de espinas, los tres clavos, las cinco llagas y las cuerdas con que ataron al Jesús en el Calvario. Y en los rojos e irregulares frutos, los religiosos creyeron ver las gotas coaguladas de la sangre de Cristo. Esta flor tan singular, se cierra como si se marchitara al ponerse el sol, y se abre cobrando su brillo natural cuando amanece.


Autor: Desconocido.

domingo, 16 de marzo de 2014

Cuando me volví invisible...


Ya no sé en qué fecha estamos. En casa no hay calendarios y en mi memoria los hechos están hechos una maraña. Me acuerdo de aquellos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador. Ya no hay nada de eso. Todas las cosas antiguas han ido desapareciendo. Y yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.

Primero me cambiaron de alcoba, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aun acompañada de mis biznietas. Ahora ocupo el desván, el que está en el patio de atrás. Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvido, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.

Desde hace mucho tiempo tenía intención de escribir, pero me pasaba semanas buscando un lápiz. Y cuando al fin lo encontraba, yo misma volvía a olvidar donde lo había puesto. A mis años las cosas se pierden fácilmente claro, no es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen.

La otra tarde caí en cuenta que mi voz también ha desparecido. Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos no me contestan. Todos hablan sin mirarme, como si yo no estuviera con ellos, escuchando atenta lo que dicen. A veces intervengo en la conversación, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno, y de que les va a servir de mucho mis consejos. Pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces llena de tristeza me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar mi taza de café. Lo hago así, de pronto, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan perdón…. Pero nadie viene.

El otro día les dije que cuando me muera entonces si me iban a extrañar. Mi nieto más pequeño dijo “¿Estás viva abuela? “. Les cayó tan en gracia, que no paraban de reír. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entro uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días me dio. Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible, me paro en medio de la sala para ver si aunque sea estorbo, me miran, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme, los niños corren a mi alrededor, de uno a otro lado, sin tropezare conmigo.

Cuando mi yerno se enfermó, pensé tener la oportunidad de serle útil, le llevé un te especial que yo misma preparé. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara, solo que estaba viendo televisión y ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia. El te poco a poco se fue enfriando……y mi corazón con él.

Un día se alborotaron los niños, y me vinieron a decir que al día siguiente nos iríamos todos a pasar el día de campo. Me puse muy contenta. ¡Hacia tanto tiempo que no salía y menos al campo! El sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar las cosas con calma. Los viejos tardamos mucho en hacer cualquier cosa, así que me tome mi tiempo para no retrasarlos. Al rato entraban y salían de la casa corriendo y echaban las bolsas y juguetes al coche. Yo ya estaba lista y muy alegre, me paré en el zaguán a esperarlos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el auto. O porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a su gusto por el bosque. Sentí  como mi corazón se encogía, la barbilla me temblaba como cuando uno se aguanta las ganas de llorar.

Yo los entiendo, ellos si hacen cosas importantes. Ríen, gritan, sueñan, Lloran, se abrazan, se besan. Y yo, ya no se a que saben los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos, era un gusto enorme el que me daba tenerlos en mis brazos, como si fueran míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mí. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creí recordar.

Pero un día mi nieta Margarita, que acababa de tener un bebé, dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud. Desde entonces ya no me acerqué más a ellos, no fuera que les pasara algo malo por mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contagiarlos!

Yo los bendigo a todos y les perdono, porque ¿Que culpa tiene los pobres de que yo me haya vuelto invisible?


Autor: Desconocido.


miércoles, 12 de marzo de 2014

Leyenda Beduina sobre la creación del Caballo


Dios recorría el mundo después de la creación cuando, al pasar por el desierto, escuchó los gritos desesperados y el llanto ahogado de un beduino.

Se detuvo ante él y al preguntarle por el motivo de su pena, el árabe le respondió:

—Vi las riquezas que otorgaste a los otros pueblos, los bellos paisajes que creaste para ellos, en cambio a mí y a mi pueblo solo nos has dejado las arenas del desierto.

Dios percibió que no había sido justo en la distribución de los bienes entre todos los pueblos de la tierra, así que pensó por un momento en una forma de compensar a aquel hombre, y al instante le dijo:

—No llores más, porque voy a hacerte un regalo como jamás habría soñado poseer ningún otro pueblo.

Y tomando con la mano derecha al viento del sur que soplaba cálido en aquel momento, dijo:

—¡Plásmate, viento del sur! Voy a hacer de ti una nueva criatura.Serás mi regalo y mi desagravio, símbolo de amor infinito a mi pueblo. Conviértete en un ser único que nunca podrá ser confundido con las bestias, porque su belleza y grandioso porte serán su distinción.

Y añadió:

—Te doy: La mirada penetrante del águila, el coraje y la fuerza del león y la velocidad y la independencia de la pantera. Del elefante tendrás la memoria, del tigre la resistencia y el sigilo, de la gacela tomarás la elegancia ágil de sus movimientos. Tus cascos tendrán la dureza y flexibilidad que te otorga la magia oculta en el cuerno del rinoceronte y bajo tu pelo dormirán el calor y la suavidad de las plumas de una paloma. Saltarás más alto que el gamo, más lejos que la liebre y más veloz que el guepardo. El instinto del lobo vivirá en tu corazón y te guiará para proteger a tu familia. Serán tuyos los ojos del búho por la noche, orientándote sobre la tierra como lo hace el halcón sobre los cielos, para que siempre recuerdes el camino a casa. Incansable en la escasez como el camello, resistente en el trabajo como la alpaca y leal y fiel a los que amas como el perro, con el que compartirás el amor al hombre. Te doy el color del fuego del vientre de las hormigas y deposito en el pelo que pende sobre tus ojos la certeza de la felicidad de una vida apacible. Serás veloz e incansable tanto en la lucha como en la huida. Transportarás riquezas sobre tu dorso y traerás la fortuna con tu mediación a quien aprenda amarte y te respete en tu grandeza.

Entonces colocó sobre el caballo una señal de gloria y armonía en forma de lucero blanco sobre su frente y añadió:

—Y finalmente caballo, como un regalo mío al hacerte caballo, te entrego para que seas único en tu majestuosidad: La belleza infinita del océano y la majestad del sol.

Tomando un puñado de viento sopló  creando al primer caballo y mientras se maravillaba susurró en sus oídos:

—La virtud inundará tu alma y vivirá entre el pelo de tus crines, la ventura caminará sobre tu grupa a cada paso en tu camino. Serás mi preferido entre todos los animales porque te he hecho soberano de ti mismo y amigo incondicional. Te he conferido el poder de volar sin alas, así pues, ve, caballo y vive en el desierto cuarenta días y cuarenta noches... sacrifícate porque una vida dura te espera, aprende a resistir la tentación del agua, broncea el color de tu cuerpo y aligera tus músculos de grasa y nunca olvides, caballo...

Que eres del viento... y viento debes ser en la carrera.


Autor: Desconocido.


domingo, 9 de marzo de 2014

La Leyenda del Río Hablador



Hace mucho, pero mucho tiempo, vivía en la cima celestial el dios sol, conocido también como Inti. Un joven de gran postura y sumamente bondadoso llamado Rimac, quien de cuando en cuando bajaba al mundo de los humanos a contarles bellas historias, por lo que era muy querido y reverenciado.

Un día que acompañado de los demás dioses miraba hacia la tierra por las ventanas del palacio dorado, vio que los llanos junto al mar eran azotados por una grave sequía, las hierbas, las flores y los árboles se marchitaban y los hombres y animales morían de sed.

Los dioses se alarmaron y acudieron al dios Inti, su padre, a pedirle que librase a los hombres de la costa, de aquella horrenda sequía. Pero el Inti les dijo que era imposible, pues según las leyes celestiales solo sacrificando a uno de ellos en el altar de fuego podrían conseguir agua.

Los dioses callaron, sin embargo ante la sorpresa de todos, Chaclla, la mas bella y virtuosa de las hijas del sol, poniéndose delante de su padre se ofreció valientemente ante el sacrificio. Rimac que adoraba a su hermana, se arrodilló implorandole y pidió a Inti que lo sacrificase a él en vez de ella, pero Chaclla, aun cuando agradecía su gesto, no aceptó aduciendo que los hombres echarían de menos las bellas historias que aquel sabía contarles.

Mas Rímac insistió, finalmente a ruego de ambos y ante la resignación de Inti, los dos se dirigieron al altar de fuego para el sacrificio. El dios sol pudo así hacer llover la tierra. Agradeciendo a los cielos, los yungas, así llamados antiguos hombres de la costa, recibieron el agua jubilosos.

Rimac y Chaclla, envueltos en infinidad de gotas caían sobre las montañas cercanas al gran valle de Lima, y convertidos en un tormentoso río corrían, jugando y riendo, hacia el mar. Una vez allí, elevándose en forma de nubes, persiguiéndose, llegaban al cielo para vaciarse de nuevo. Pero eso duró solo cuarenta noches, al cabo de los cuales, Chaclla quedó convertida para siempre en lluvia y Rimac en el mas bullicioso río de la costa peruana.

Cuenta la leyenda que quienes suelen sentarse a orillas del río Rimac y se ponen a escuchar con atención perciben claramente el murmullo de sus aguas como se disuelve en una voz humana que cuenta bellísimas historias de este y de antiguos tiempos, por eso se le llama “Río hablador”.
Seamos amigos, conóceme y será tuyo mi saber, cuidemos la naturaleza y el agua que es fuente de vida y alegría en el mundo.


Autor: Desconocido.

jueves, 6 de marzo de 2014

Hyvää syntymäpäivää master ( Feliz Cumpleaños Maestro )


En un país lejano muy bonito que parecía sacado de uno de los mejores cuentos de hadas, la mayor parte del tiempo siempre nevaba, es por eso que  un manto blanco envolvía sus montañas, valles y bosques que estaban habitados por arboles tan ancianos que podían contar la historia del mundo,  ese manto también acaricia los helados lagos que mas bien parecen espejos donde las nubes se miraban todas coquetas y cubre las pequeñas casitas de madera.

En una de esas casitas habita un ermitaño, disfrutando mucho de su entorno, en un rincón de la casita descansa plácidamente una guitarra, y en los muchos rincones mas de la casa también descansan plácidamente sus mágicos gatos, tan mágicos como sus nombres, Taimi, Kaleba, Ukko...., ellos le rodean cuando el ermitaño en sus ratos libres se pone a tocar la guitarra, un día en que estaba acariciando la guitarra sacandole unas notas muy bonitas, creyó ver una figura pero cuando quiso prestar mas atención ya no había nada, así le sucedió varias veces, lo que le extrañaba y mucho que cuando eso sucedía los gatos no hiciesen nada, se quedaban mirando pero quietos, el ermitaño hablando con los gatos les dijo que se estaba haciendo viejo y que ya veía apariciones.

Una noche en que el ermitaño estaba junto a la chimenea, estaba tocando una bonita melodía rodeado de su publico gatuno, noto que en un rincón había una persona, en un principio se asusto, pero luego vio que sus amigos gatunos seguían como siempre y eso quería decir que no era nada malo, se quedo todo en silencio, hasta que del rincón salio poquito a poco una figura, una figura que cuando le dio la luz de la chimenea el ermitaño se quedo prendado de ella, era un hada preciosa con una sonrisa muy bonita y contagiosa, su mirada parecía que salían estrellitas de sus ojos de lo que le brillaba, su cabello negro como la noche, se fue acercando al ermitaño poco a poco no creyéndose este lo que estaba viendo.

- Hola Orthos, le dijo con su suave voz el hada al ermitaño, que le gusto mucho oír su nombre después de mucho tiempo sin que nadie se lo dijera.
- Hola hada, no tengo la suerte de saber tu nombre como tu el mio, pero aunque no tuvieses nombre ya me tienes encantado.
- Mi nombre es Tarja y me ha sido asignado proteger esta parte del bosque y todo lo que esta dentro de el, vosotros incluidos le dijo el hada sonriendo.
- Encantado de conocerte amiga Tarja y de que nos protejas, por si no te has dado cuenta estas en tu casa.
- Gracias Orthos, no te digo que no, pero ya sabes que el bosque es grande y debo protegerlo, pero mas de un día aquí me tendrás.

El tiempo fue pasando y las visitas cada vez se hacían mas asiduas, Orthos estaba que no cabía en si de felicidad, aunque cada vez que el hada Tarja se iba se le hacían mas largas esas ausencias, lo mismo que le pasaba al hada, se dieron cuenta que no podían estar mucho tiempo separados y que el amor había nacido entre ellos, eran almas gemelas y se necesitaban mucho el uno como al otro, pero había un impedimento muy grande y era que ella al ser hada no podía convivir con un humano y si lo hacia tenia que dejar de tener sus poderes como hada.

El hada Tarja lo hablo con sus superiores y estos no estaban de acuerdo, le pusieron muchos impedimentos, muchas pruebas a superar, hasta que perdió toda esperanza, el tiempo fue pasando y el ermitaño Orthos no sabia nada de su hada, estaba desesperado por no saber donde acudir ni que hacer, una noche sentado al calor de la chimenea y rodeado de sus gatos trataba de tocar alguna melodía con su guitarra, era tan triste esa melodía que le brotaron algunas lagrimas, en eso noto una suave brisa y miro al rincón de la primera vez y allí estaba, su hada, su hada querida pero había algo distinto en ella, se abrazaron y besaron como locos de la alegría que sintieron, en eso Othos se dio cuenta y le dijo:

- Tus alas...
- Mis alas a cambio de este amor que te tengo.
- Eso quiere decir que si te quedas conmigo?
- Claro si tu me quieres a mi...
- Tu eres mi vida amor... se abrazaron y todos se pusieron a bailar, su felicidad duro hasta la eternidad.


- Ehhhh un momento vale?, que aquí la pequeña saltamontes quiere decir algo, ejemmmmm Hyvää syntymäpäivää ystävä!!




Pili F.



domingo, 2 de marzo de 2014

La leyenda del Azahar.


Cuenta la leyenda que el sultán de la medina de Granada, Alkabul el Privilegiado, posó sus ojos en la incipiente gracia de la hija de una pareja de sus esclavos, Al- Azhar. El sultán, prendado de los luminosos encantos de la doncella, mató a sus padres y la llevó a vivir con él, con el propósito de desposarla el mismo día que la joven cumpliría trece años.

Semanas antes de celebrarse el casamiento, Xurán, un joven calígrafo y arquitecto de la Granada nazarí, recibió de Alkabul el encargo de decorar la cámara nupcial. Apenas traspasó el dintel de la puerta y se encontró con la princesa, descubrió en sus grandes ojos negros el misterio del amor y del deseo.

Una tarde poco después, cuando los señores y los esclavos dormitaban al placido descanso de la tarde, se encontraron a solas y Xurán le declaró su amor. Xurán también le contó a Al-Azhar que una vez hubiera acabado el encargo del sultán sus ojos serían cegados para que no volviera a crear una obra similar.

Esa misma noche se volvieron a encontrar y los amantes abrasaron sus deseos entre las palmeras de la medina. Justo eran los días en los que los naranjos amargos estaban en flor. Entre jadeo y jadeo, la Alhambra se iba llenando del perfume de la flor del naranjo. Sería su última noche. Al amanecer se despidieron entre lágrimas.

Ciego de ira y loco de dolor cómo sólo un déspota es capaz de estarlo, el sultán Alkabul mató a la bella Al-Azhar y después de quemar su fino cuerpo dispersó sus cenizas entre los rosales del palacio. A pesar del olor de las cenizas y de la fragancia de los rosales no consiguió aplacar el aroma que los amantes habían dejado la noche anterior ni el rastro que en el aire permanecía de la fragancia amorosa creada con la mezcla de sus cuerpos.

Arkabul, guiado por el perfume que Al-Azhar había impregnado en Xurán, le persiguió y persiguió hasta acorralarlo en el promontorio del Veleta, donde se quitó la vida. Desde entonces, acaba la leyenda, cuando la brisa sopla sobre los jardines de la Alhambra, un aroma penetrante e inolvidable se extiende por Granada.

Autor: Desconocido.



miércoles, 26 de febrero de 2014

Leyenda del Arpa Misteriosa


Dice la leyenda que en un palacio, el administrador encontró un día un documento en el que se decía que en el desván del edificio existía un arpa misteriosa y todos los que la escuchaban entraban en éxtasis. Esto le llamó tanto la atención que  subió al desván  del enorme palacio y buscando y rebuscando encontró un arpa allá en un rincón.

 Orgulloso de su hallazgo se presentó ante el rey con el documento y el arpa y le explicó todo lo que había averiguado. El rey no creía mucho todo lo que le estaba contando su administrador pero, como había puesto tanto empeño, le dijo:

 - “Muy bien, veamos, organiza un concierto”.

 El administrador buscó el mejor músico del reino y organizó un concierto. El auditorio se llenó de gente y cuando el músico comenzó a tocar el instrumento …  ¡nadie entró en éxtasis!.

¡Qué gran frustración! pero, a pesar de ello, nuestro administrador, que estaba convencido de lo que había leído, no se dio por vencido y volvió a insistir al rey, que volvió a darle una oportunidad, que volvió a resultar fallida. Seguía nuestro administrador sin darse por vencido y preguntando e indagando cómo podría hacerse realidad el documento encontrado.

Un día, hablando con un vecino de la comarca, volvió a preguntar si conocía a alguien capaz de tocar el arpa. El vecino le  dijo que, en la montaña, había un ermitaño que podría ser su hombre.

 Nuestro administrador, incansable, le comunicó al rey lo que había averiguado  y éste, resistiéndose mucho, le autorizó a organizar otro concierto.

-  ¡Nunca bajaba a la ciudad pero … era una invitación real! así que, accedió.

 Organizado el concierto, el auditorio se volvió a llenar de la gente más importante del lugar, ataviada de sus mejores galas.

 El ermitaño llegó de forma natural, tal cual vestía en la montaña, y se sentó junto al instrumento en silencio, entonces empezó a tocar el  arpa y, según iba saliendo la melodía de su cuerdas, el auditorio fue quedándose extasiado.

 Al terminar el concierto, todos preguntaban a nuestro ermitaño:

 - Pero… ¿cómo lo has conseguido? ¡otros grandes músicos antes lo habían intentado y no lo hicieron!

El sencillo ermitaño sólo podía dar una respuesta:

 - ¡Sólo la dejé sonar!

Dejarle que suene.

Dejad que vuestro corazón suene.


Autor: Desconocido.

domingo, 23 de febrero de 2014

El Puente del Arco Iris ( Segunda Parte )


( Para personas que ayudan a los animales )

De repente en el Puente del Arco Iris, amaneció un día diferente a los días normales tan llenos de sol, este era un día frío y gris, el día más feo que se puede imaginar. Los recién llegados no sabían que pensar, nunca habían visto un día de este tipo allí. Pero los animales que llevaban más tiempo esperando a sus seres queridos sabían perfectamente lo que pasaba, y se fueron juntando en el camino que lleva al Puente... para mirar.

Esperaron un poco y llegó un animal muy mayor, con la cabeza muy hundida, arrastrando su cola. Los animales que llevaban tiempo allí, sabían inmediatamente cual era su historia, porque habían visto pasar esto muchas, demasiadas veces. El fue acercándose lentamente, muy lentamente, y era obvio que tenía un gran dolor emocional, sin signos aparentes de heridas ni enfermedad.

Al contrario de los otros animales que esperaban en el Puente, este animal no había vuelto a la juventud, ni había vuelto a estar lleno de la salud y la alegría. Mientras caminaba hacia el Puente, veía como todos los otros animales le miraban a él. Sabía que este no era su sitio, y que cuanto antes pudiera cruzar el Puente, antes sería feliz. Pero no podía ser. Cuando se acercó al Puente, apareció un Ángel y con cara triste le pidió perdón y le dijo que no podía cruzar. Solamente aquellos animales que estaban acompañados de sus personas queridas podían cruzar el Puente del Arco Iris.

Sin ningún otro sitio para ir, el animal mayor dio la vuelta y entre los prados vio a un grupo de otros animales como él, algunos mayores, otros muy frágiles. No estaban jugando, simplemente estaban tumbados en la hierba, mirando el camino que llevaba al Puente. Entonces, el fue a juntarse con ellos, mirando el camino, y quedó allí esperando.

Uno de los recién llegados al Puente no entendía lo que había visto, y pidió a otro que le explicara qué pasaba. "Ves, ese pobre animal, y los otros que están allí con él, son los animales que nunca tuvieron una persona. Este al menos llegó hasta un refugio, entró en el refugio igual que lo ves ahora, un animal mayor, con el pelo gris y la vista algo nublada. Pero nunca consiguió salir del refugio, y se murió solamente con el cariño de su cuidador para acompañarle mientras se fue de la tierra. Como no tenía una familia para darle su amor, no tiene a nadie que le acompañe para cruzar el Puente."

El primer animal se quedó pensando un momento y preguntó: ¿Y ahora que pasará? Antes de recibir la respuesta, empezaron a romperse las nubes y un viento muy fuerte las hizo desaparecer. Podían ver a una persona, sola, acercándose al Puente, y entre los animales mayores, todo un grupo de ellos fue repentinamente bañado en una luz dorada, y de nuevo eran otra vez animales jóvenes y sanos, llenos de vida.

"Mira y sabrás," dijo el segundo. Otro grupo de animales de los que estaban esperando, también se acercaron al camino y bajaron sus cabezas mientras se acercaba aquella persona. Al pasar por delante de cada cabeza, la persona les tocó a cada uno, a algunos les daba una caricia, a otros les rascaba las orejas cariñosamente... Los animales que habían rejuvenecido se fueron poniendo en una fila detrás y siguieron a la persona hacia El Puente. Luego, todos cruzaron el Puente juntos.

"¿Qué ha sido eso?" preguntó el primer animal. Y el segundo le dijo: “Esa persona era gran amante de los animales y trabajaba en su defensa. Los animales que viste bajando sus cabezas en señal de respeto eran los que encontraron nuevos hogares gracias al esfuerzo de tales personas. Claro, todos esos animales cruzarán el Puente cuando llegue su momento, cuando lleguen los que eran sus nuevas familias. Pero los que viste mayores y luego rejuvenecidos, eran los que nunca encontraron una casa... y como no tuvieron familia, no podían cruzar el Puente.

“Cuando llega una persona que haya trabajado en la tierra para ayudar a los animales abandonados, se les permite un último acto de rescate y amor. A todos aquellos pobres animales para los que no pudieron conseguir familias en la tierra, se les permite acompañarlos para que también puedan cruzar el Puente del Arco Iris."


Autor: Desconocido.




jueves, 20 de febrero de 2014

El Puente del Arco Iris.


Hola amigos, ayer por la noche estaba contestando a los comentarios en mi blog y me llamaron por teléfono, era mi querido mago para decirme que buscase una cosa por la red, cuando lo encontré me gusto muchísimo aparte de inflarme a llorar, bueno ya sabéis que tengo la exclusiva de los pañuelillos jeje, y aquí os dejo el motivo de lo que os he dicho, los que hayáis tenido o tenéis alguna mascota lo vais a entender mucho:)


Justo a este lado del cielo existe un lugar donde hay un puente que une el Cielo con la Tierra. Es llamado el Puente del Arco Iris.

Cuando un animal muere y ha estado especialmente unido a alguien aquí, esta mascota va al Puente del Arco Iris, Esta lleno de praderas, colinas y valles cubiertos de verde y fresca hierba, donde nuestros especiales y queridos amigos pueden jugar y correr juntos.

Allí también hay agua y comida, el tiempo es agradable y cálido, como si siempre fuera Primavera, para que nuestros amigos se sientan a gusto. Allí los animales viejos o enfermos vuelven a tener juventud y vigor y aquellos que han sido heridos o mutilados se recuperan del todo y vuelven a ser como antes recuperando toda su fortaleza de nuevo, tal y como nosotros los recordamos en nuestros sueños de días que ya se fueron.

Allí los animales están felices y contentos excepto por una pequeña cosa, ellos añoran a alguien, a esa persona especial que amaron y que un día tuvieron que dejar atrás. Y mientras corretean y juegan juntos, llega el día en que uno de ellos de repente se detiene y mira a lo lejos. Sus brillantes ojos atentos, su ansioso cuerpo se estremece, sus orejas en alerta.

Súbitamente se separa del grupo y volando sobre la verde hierba, sus patas le llevan cada vez mas y mas deprisa. Tu has sido visto, y cuando tu y tu especial amigo finalmente os encontráis, os fundís en un jubiloso abrazo, que nunca se volverá a romper.

Besos de felicidad llueven sobre tu cara, tus manos vuelven a acariciar su amada cabeza y tu una vez mas miras dentro de los sinceros ojos de tu mascota, durante tanto tiempo lejos de tu vida, pero nunca ausente de tu corazón...
...Y entonces los dos cruzan el puente del Arco Iris juntos, para no separarse jamas.


Autor: Desconocido.


domingo, 16 de febrero de 2014

El Lobo Solitario


Había una vez un señor halcón, que cada día salía a pasear y remontaba el vuelo tan alto que sus plumas parecían finos diamantes al sol de tanto como relucían. Su vuelo era majestuoso y señorial tanto que una señora halcón que también habitaba por aquel bosque un día se fijó en él y quedó deslumbrada por sus brillos.

Durante un tiempo, el señor halcón volaba para ella mostrándola su esplendor y majestuosidad y ella seguía tímidamente la estela de su vuelo pero jamás conseguía volar tan alto como él y alcanzar sus anheladas nubes y mecerse en ellas como si fueran colchones de algodón. De esta forma decidió por un tiempo caminar sobre la tierra para descansar sus frágiles alas, mientras que su admirado halcón continuaba cada día con el mágico ritual.

Estaba un día la señora halcón reposando bajo un gran árbol milenario cuando acertó a pasar por allí un precioso lobo blanco, y viéndola tan encogidita en un rincón se compadeció de ella y se atrevió a saludarla, Ella sintió gran admiración por aquel lobo que se presentaba ante ella con su porte distinguido y con la serenidad y sabiduría que ofrecen los años, pues el lobo ya no era un jovencito, y poco a poco fueron haciendo amistad.

Cada día se saludaban y paseaban un ratito juntos por los linderos del bosque contemplando las maravillas de la naturaleza y un día la señora halcón le pregunto que porque estaba siempre con esos ojos tan tristes, que qué era lo que le acongojaba y él le respondió así:

"Estimada amiga, desde hace mucho tiempo me siento muy solo. Yo tenía una amiga, la señora zorra, con la cual he compartido muchos y muy bellos momentos de mi vida pero por ser de naturalezas distintas esta amistad fue distanciándose y la señora zorra hace mucho que no viene a visitarme a mi hogar. Creo que la sombra del olvido ya se ha extendido entre ambos y me siento tan solo que por eso estoy buscando una compañía que alegre mis días."

Con esto pasaron los días, y los días y la amistad entre el señor lobo y la señora halcón fue haciéndose mas profunda y ambos se guardaban un inmenso cariño y respeto. Y así, cada día, salían a pasear juntos compartiendo trozos de sus vidas y alegrándose mutuamente con todas esas cosas sencillas que la vida puede ofrecer.

Sin embargo, como vosotros sabréis no es muy normal que un halcón y un lobo sean amigos, y dado lo extraño de esa relación pues las noticias se hicieron eco en el bosque provocando las críticas de todos los animales.

Los rumores se hicieron tan grandes que llegaron a los oídos del señor halcón, el cual descendió de las nubes solo para comprobar si era cierto, y también llegó a los oídos de la señora zorra que llego acompañada desde los confines de la tierra de su gran amiga la señora buho; y bajo la sombra del gran árbol milenario, empezaron a discutir sobre lo sórdido de aquella relación, que no podía ser y además, el señor lobo siempre había sido amigo de la señora zorra y ella había vuelto otra vez y quería ocupar el lugar que le correspondía,.....

La señora buho permanecía expectante sin decantarse ni por uno ni por otro pero claro, como era muy amiga de la señora zorra decidió apoyarla y olvidarse del señor lobo del cual hacia mucho tiempo también había sido su amiga. Así que el señor lobo entristecido enormemente por esa situación tan absurda comenzó a aullar desesperado espantando a todos los animales del bosque, solo la señora halcón permaneció a su lado hasta que el señor lobo se hubo calmado...

La zorra tanto tanto se asustó del señor lobo que decidió no volver nunca jamás a visitarlo y salió huyendo despavorida con su amiga la señora buho. Solamente el señor halcón, con la majestuosidad que le caracterizaba, descendió su vuelo y se poso bajo la sombra del gran árbol milenario y les dijo así:

"Queridos amigos, no importa como seáis ni quien seáis, no importa que seáis diferentes pues ante los ojos de Dios todos somos iguales, solamente la belleza se encuentra en la pureza de corazón, en los bellos sentimientos y sobre todo en los ojos del que mira. Continuad vuestro camino unidos en la amistad sin importaros lo que pensaran el resto de los animales del bosque pues los que vean que en esta unión hay algo malo es porque en ellos anida la ENVIDIA y habrá de pasar un tiempo hasta que todos se acostumbren a veros."

Y dicho esto el gran halcón levantó de nuevo su vuelo desplegando sus hermosas alas adiamantadas al sol y se alejó lentamente hacia la inmensidad de los cielos.

Y así, de esta forma, cada día el señor lobo continuo saliendo a pasear por los linderos del bosque con la señora halcón posada en sus lomos, compartiendo las alegrías y también alguna pequeña tristeza pero estas eran las menos os lo aseguro queridos amigos.....y de vez en cuando, iban a cobijarse bajo la sombra de aquel gran árbol milenario que a pesar de que nunca les había dicho nada siempre les había ofrecido su sombra para que ambos se cobijasen.

Moraleja:

No importa la condición social, ni el color, ni si se es rico o pobre, porque todos somos iguales.
Y que en muchas ocasiones podemos provocar envidia con nuestros actos aunque sean involuntarios, este es un sentimiento que hay que evitar a toda costa porque es dañino y destructivo, para la persona que la padece y para las personas que son objeto de las envidias.


Autor: Desconocido.


jueves, 13 de febrero de 2014

El Hada y el Leñador.


Su nombre era "Hoshi", ella era el hada mas hermosa de las montañas de cristal, su magia era extraordinaria y en sus ojos llevaba el brillo de las estrellas, vivía muy feliz con sus hadas hermanas entre seres increíbles como salidos de un cuento, cierto día por la mañana Hoshi despertó como siempre en su cama de cristal pero algo había cambiado en ella, pronto se dio cuenta que su magia ya no estaba!, sus alas se habían caído, ahora no podía volar y el polvo de estrellas que salía de sus manos cada vez que las movía había desaparecido, al darse cuenta de esto, sus hermanas empezaron a reír y a burlarse de ella, Hoshi se escondía en los rincones y lloraba día tras día, sentía como poco a poco iba dejando de pertenecer a ese lugar tan mágico donde a ella le encantaba vivir!

Un día Hoshi salio del castillo mientras todos dormían, y tomo el camino del bosque, tras varios días de caminar sin descanso y aun con lagrimas en sus ojos, la pequeña hada desfalleció y callo al suelo al pie de un gran árbol...

"Sora" era un joven leñador que vivía en lo mas profundo del bosque, por las mañanas iba a recolectar leña y recoger frutos silvestres, Sora caminaba como siempre por el camino cuando de pronto vio a una joven inconsciente debajo de un árbol que le daba sombra y la cuidaba, el leñador la tomo entre sus brazos y corrió a su pequeña casa al lado del rió, la recostó sobre su cama de paja y le dio de beber un poco de agua, el leñador que do inmóvil al pie de la cama tan solo observando, el no podía creer lo bella que era, al cabo de varias horas ella despertó asustada y Sora le dijo..

"No tienes porque temer, tan solo soy un leñador pero esta es mi casa, este es mi bosque y esta es mi vida, yo cuidare de la tuya y velare tu sueño hasta que las estrellas un día dejen de brillar"

Así paso mucho tiempo, Sora cuido a Hoshi y día tras día le iba enseñando el mundo donde el había crecido, le mostró la belleza de las cosas simples como los colores de las flores y la tranquilidad de su aroma, el brillo de las estrellas y soñar en poder alcanzar alguna de ellas, la sensación de escuchar los corazones latir muy fuerte cuando se acercaba uno al otro y sentir como despegaban los pies del suelo cada vez que el la tomaba entre sus brazos.

Un día por la mañana Hoshi despertó y se llevo una gran sorpresa cuando se dio cuenta que su magia había vuelto, ahora sus alas estaban en su lugar y podía sentir que era mas fuerte!, mas especial, el hada salio por la ventana olvidando a Sora que aun dormía, Hoshi regreso inmediatamente a su castillo, sus hermanas le hicieron una gran bienvenida, un grupo de elfos tocaba la trompeta mientras luces de colores iluminaban las montañas de cristal y los enanos servían ricos manjares, ella se sentía feliz, era un hada de nuevo y estaba otra vez en su hermoso castillo de cristal.

Pero Hoshi un día miro al cielo y recordó a "Sora", una extraña sensación recorrió su cuerpo cuando pudo observar que los cristales de su castillo no podían brillar mas que las estrellas cuando estaba en esa vieja cabaña al lado del río, luego miro a su alrededor y pudo darse cuenta que la verdadera magia no estaba en sus manos de hada y que no necesitaba sus alas para poder volar mas alto que los demás, Hoshi inmediatamente salio del castillo otra vez hacia el camino del bosque para buscar a Sora pero mientras avanzaba podía sentir como iba dejando a su paso el polvo de estrellas que quedaba en el camino y como sus alas se iban quebrando y cayendo poco a poco detrás de ella, una vez mas la pequeña hada desfalleció al pie del mismo árbol donde un día Sora la encontró.

Por la mañana Hoshi despertó y cuando abrió los ojos ahí estaba Sora sonriendo al pie de su cama de paja, el la abrazo muy fuerte y le dijo...

"No tienes por que temer, tan solo soy un leñador pero esta es mi casa, este es mi bosque, estos son mis sueños y te prometo que estarás en cada uno de ellos hasta que las estrellas un día dejen de brillar"

Hoshi y Sora vivieron felices para siempre, ella renuncio a ser un hada y el cumplió su promesa cuidándola y haciéndola parte de todos y cada uno de sus sueños

FIN